Medioambiente
Las amenazas al medioambiente son múltiples y de diferentes grados y dimensiones. Desde la AVLE queremos contribuir a su conservación en la medida de nuestras posibilidades. El artículo 2º de nuestros estatutos a sí lo declara:
Artículo 2º. -Fines
La asociación tiene como objeto y fines de interés general el divulgar, promocionar y fomentar la práctica del parapente y del ala delta, en sus diferentes modalidades, y la contemplación de las especies naturales y su paisaje, mediante el desarrollo de actividades que garanticen la preservación, presente y futura, del medio ambiente natural.
Es decir, tenemos un compromiso con la conservación de la naturaleza, no únicamente porque es el medio en el que se desarrollan nuestras actividades, sino como ciudadanos responsables. Al igual que los practicantes de otras muchas actividades deportivas como el senderismo, la escalada, la bicicleta, el esquí de montaña o de fondo, etc. persiguen el disfrute del medio natural a través de la realización de dichas actividades, los pilotos de vuelo libre (parapente y ala delta, sin motor) tenemos el mismo derecho a hacerlo ejercitando nuestro deporte, pero igualmente, tenemos la obligación de respetar el medio natural y a los deportistas de otras actividades.
Sin ninguna intención de imponer, únicamente de sugerir, proponemos un «decálogo» de comportamiento, aunque sabemos que la mayoría ya lo respetamos sin que nadie nos lo ponga por escrito:
- No dejar desperdicios en accesos, despegues o aterrizajes, ya sean de alimentos o pilas, botellas, etc.
- Si se accede en vehículo, conduce de forma tranquila para no levantar polvo, hacer ruido, evitar degradar las pistas si no son asfaltadas y emitir menos gases o molestar a transeúntes.
- No emitir sonidos fuertes (gritos, megáfonos, cláxones, música…) ni en tierra ni durante el vuelo, salvo en caso de emergencia o riesgo de colisión.
- En caso de trayectoria convergente con aves, desviarse lo antes posible intentando ser tú el que cambia la trayectoria.
- No gritar, llamar, silbar… a la fauna, sea en vuelo o en tierra, salvo riesgo de colisión o accidente.
- Intentar no volar o permanecer volando en las proximidades de nidos de especies amenazadas o protegidas, especialmente en época de nidificación.
- Informarse de la legislación vigente para cada zona de vuelo en materia medioambiental y respetar su contenido.
La cantidad de normativa en esta materia es abrumadora pero toda ella, hasta la fecha, se deduce de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, de la cual extraemos dos artículos:
Artículo 54. Garantía de conservación de especies autóctonas silvestres.
5. Queda prohibido dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres, sea cual fuere el método empleado o la fase de su ciclo biológico.Artículo 57. Prohibiciones y garantía de conservación para las especies incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
b) Tratándose de animales, incluidas sus larvas, crías, o huevos, la de cualquier actuación hecha con el propósito de darles muerte, capturarlos, perseguirlos o molestarlos, así como la destrucción o deterioro de sus nidos, vivares y lugares de reproducción, invernada o reposo.
Creemos sinceramente que nuestro colectivo es altamente respetuoso con el medio y nuestros deportes no tienen impacto negativo. Y si lo tuvieran es tan leve que no se manifiesta ni en la actitud de los individuos ni en la proliferación de las especies, (de hecho, aún no hay un solo dato objetivo que demuestre algún tipo de interacción negativa). No obstante pueden existir actitudes que, de forma absolutamente inconsciente y sin intencionalidad, pueden molestar a algunas especies, como seguirlas en su vuelo (algo muy complicado ciertamente), o permanecer cerca de un nido si el ave tiene una actitud agresiva, o acercarse demasiado en una térmica o haciendo ladera. Es en estos casos en los que pedimos un máxima de prudencia.
Finalmente, ponemos a vuestra disposición algunos documentos que pueden contribuir a conocer mejor las especies, especialmente de aves planeadoras, con las que compartimos espacio, así como otros relativos al posible impacto del vuelo libre.